Esta iniciativa, acompañada por la Fundación ADO de México en los estados de Oaxaca y Chiapas, buscó contribuir a resolver las problemáticas derivadas de la falta de delimitación territorial de una zona ambiental estratégica. Esta disputa territorial trajo como consecuencia la pérdida de biodiversidad por la extracción y tráfico ilegal de recursos, falta de oportunidades de desarrollo económico, falta de oportunidades educativas, violencia, desplazamiento y marginación de las 19 etnias indígenas que habitan el territorio.